DIOS CRISTO JESÚS, hace unos 2,000 años, nos dejó en Juan 9:5 de la Biblia, el siguiente mensaje: “Luz Soy del Mundo”.
Lo anterior dijo Cristo a sus discípulos en aquel momento en el cual curó a un ciego de nacimiento, lo cual causó el rechazo de los enemigos fariseos de Jesús, quienes no aceptaron el milagro divino de tal curación, ni hicieron caso a lo que el nuevo vidente les expreso: “Si éste (Jesús) no viniera de Dios, nada podría hacer El”.
El mensaje espiritual precedente de Cristo, está vigente para todos nosotros, aquí ahora, según 1 Pedro 1:25 e Isaías 40:8, porque El anhela ser la Luz Nuestra, porque nosotros constituimos ese “Mundo” (pecaminoso), y quiere iluminarnos con su Luz Espiritual Divina Perfecta, y de esta manera, dejar atrás esa herencia del pecado que arrastramos desde nuestra juventud, según Génesis 8:21 y Jeremías 3:25.
Por lo tanto, Cristo quiere rescatarnos de toda maldad para salir también de la sentencia divina de Romanos 3:10 y 23, de que por el pecado no somos sus justos y estamos destituidos de la Gloria de Dios; y, sin embargo, lo más grandioso que Jesús nos asegura y garantiza en Romanos 3:24-26, lo es en el sentido de que: “El (Cristo) nos justifica gratuitamente por su Gracia (Amor Perfecto Divino), por su Redención, porque Cristo nos redime (liberta) del pecado por su Sacrificio del Calvario”, cuando arrepentidos de nuestros pecados ante El, lo recibimos como Salvador, según Juan 3:16.
Por ende, nada nos impide exclamar, tal como lo hizo aquel que era ciego, según Juan 9:35-39: “Creo Señor Jesús que eres Hijo de Dios, y te adoro”; y reiterar lo que Jesús agregó que: “El vino a este mundo para que los que no ven, (o sea los pecadores) vean, y lo que ven, sean cegados (refiriéndose a sus enemigos fariseos que teniendo todo a su favor para ver a Jesús como el Mesías, fueron cegados por rechazarlo).
Estimado Lector: Cristo te invita para recibir gratuitamente su Luz Perfecta y su Regalo de salvación, bastando creer en Jesús y decirle:
“Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador personal”.
Si Dios permite continuaremos el viernes siguiente.
Teléfono: 44-48-15-39-73.
Cristo quiere rescatarnos de toda maldad para salir también de la sentencia divina de Romanos 3:10 y 23, de que por el pecado no somos sus justos