¡El rescate perfecto!
DIOS CRISTO JESÚS, en Marcos 10:45 de la Biblia nos da la siguiente enseñanza: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su Vida en Rescate por muchos”.
En efecto, refiriéndose a Sí mismo, esto predicó Dios Cristo a sus discípulos, hace unos 2,000 años, lo cual es extensivo para todos nosotros, aquí ahora, porque su Palabra Divina permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25 e Isaías 40:8, ya que Cristo viene a recuperar, redimir y libertar, es decir: ¡a Salvar!, a todas las personas que le abren su corazón espiritual, según Apocalipsis 3:20, y permiten a este Jesús entrar en cada una, para celebrar la Gran Fiesta o Banquete de Salvación que El regala a las personas que, aceptan a Jesús como Salvador, arrepentidas ante El de sus pecados, que El perdona, y las Rescata para regalarles la Vida Eterna Feliz y Gozosa en su Cielo, según Juan 3:16.
Dios Cristo, por lo tanto, en este planeta, es Servidor Nuestro que cumple la voluntad de Dios Trino y Uno concertada en la eternidad, para Rescatar del pecado a los seres humanos de todos los tiempos, que a El reciben; y con ello, Cristo nos regresa ante Dios Padre para que nos haga nuevamente sus hijos, según Juan 1:12, para estar de nuevo en sus Santas Manos, y ser incluso dueños del Cielo juntos con Dios, según Lucas 18:16, para ya no desligarnos de El, luego de que el pecado nos separó de Dios en nuestra juventud, conforme a Génesis 8:21, y Jeremías 3:25.
Dios, en consecuencia, conforme a Romanos 3:10-12, 23-24, por nuestros pecados voluntarios, nos ubicó en el concepto de que ante El: “No hay justo ni aun uno; por cuanto todos pecamos, estamos destituidos de la gloria de Dios”; por ello, Cristo nos Rescata y Justifica gratuitamente con su Gracia, -Amor Perfecto-, mediante su Sacrificio, haciendo suya nuestra cuenta pecaminosa para vencer nuestra eternidad de condenación, según Juan 19:30.
Estimado Lector: Cristo quiere Rescatarte, y Salvarte Eternamente, si sólo le dices con reflexión y valentía: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Si Dios permite continuaremos el viernes siguiente. Teléfono 44-48-15-39-73.