¡Libres y no esclavos!
DIOS CRISTO JESÚS, en Juan 8:34-36 de la Biblia nos dice: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado; pero si yo os libertare, seréis verdaderamente libres”.
Cristo predicó lo anterior, hace unos 2,000 años a su pueblo judío, pero también a todos nosotros aquí ahora nos invita para ya no pecar, porque siendo Cristo el Dios que Todo lo Puede, El se constituye en el Libertador que elimina todas nuestras maldades, siempre y cuando aceptemos su amoroso llamado para ir en pos de este Jesús como Libertador nuestro, para lo cual basta que lo aceptemos como Salvador, arrepentidos ante El de nuestros pecados, creyendo que El nos perdona y nos Salva del castigo sin final del infierno, para introducirnos a la Vida Feliz Eterna en el Cielo de Dios, según Juan 3:16.
Por lo tanto, estando próximos a celebrar la Crucifixión de Jesús, si así lo decidimos, nada ni nadie nos podrá impedir estar en esta Libertad Divina con la que Cristo nos hace Libres para ya no estar otra vez sujetos al yugo de la esclavitud del pecado, según Gálatas 5:1, porque Cristo, con todo su Amor perfecto que es Gracia Divina, anhela que lo aceptemos como Salvador, creyendo que El nos Salva tal como nos indica Efesios 2:8-9, y, asimismo, seremos verdaderamente sus discípulos, para conocerlo como la Unica Verdad Libertadora Nuestra según Juan 8:31-32.
El tema de la libertad y esclavitud espirituales, Dios continúa explicándolo en Romanos 6:16-23, para ser salvos en Cristo, y ya no volver a someternos a la esclavitud del pecado que significa muerte espiritual, y necesitamos ser obedientes a Cristo para estar en su Justicia Divina, como siervos justos suyos, para ya no servir a la inmundicia ni a la iniquidad, sino para estar en la Santificación que Jesús nos proporciona; porque si estamos en Cristo, El nos hace sus Nuevas Criaturas, según 2 Corintios 5:17.
Estimado Lector: Cristo quiere hacerte libre para que ya no seas esclavo del pecado, y para ello sólo necesitas decirle con valentía: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Si Dios permite continuaremos el viernes siguiente. Teléfono: 44-48-15-39-73.