¡Prófugos de la Justicia!
Dios Cristo Jesús, el Verbo o Palabra de Dios, se nos manifiesta en Proverbios 15:9 de la Biblia como sigue: “Abominación es a Jehová el camino del impío; mas el ama al que sigue Justicia”.
Dios Padre, en efecto, aborrece al pecador o impío que sigue los caminos de maldad, por andar éste huyendo en forma voluntaria de la Justicia de Salvación Divina, porque así el pecador trata de ignorar, eludir, o no saber que, Dios Padre Ama al que sigue su Justicia, que significa Equidad, Integridad, Santidad, Santificación y Verdad Divinas, todo lo cual se encuentra depositado en Dios Jesucristo, a favor de todos los seres humanos que tienen Fe, es decir, creyendo que este Dios Jesús, es nuestro Salvador, si así lo queremos y aceptamos, porque El nos perdona todos los pecados y nos Salva de la condenación del infierno, porque Cristo justifica gratuitamente con su Gracia, que es Amor Perfecto, a las personas que arrepentida ante El de toda maldad, reciben a este Dios Jesús como Salvador Personal, porque para ello se Sacrificó en la cruz del Calvario, según Romanos 3:22 y 24.
Por lo tanto, Dios Padre pone frente a nosotros a su Camino y Justicia de Salvación que se encuentran en Cristo, según Juan 14:6, en lugar del detestable y horripilante camino ancho injusto de la impiedad, que es maldad, pecado, perversidad y transgresión que nos pone a salto de mata por dicho camino amplio que lleva al castigo eterno del infierno, lo cual nos coloca frente a Dios como “prófugos de su Justicia Divina”, según Mateo 7:13-14.
Muy importante es, por ende, ser obedientes a Dios Padre, para ser salvos en la Divinidad Hermosa de Dios Cristo Jesús, y Caminar en su Justicia y Rectitud, según Isaías 33:15-17.
Estimado Lector: Dios Jesús te llama a estar en su Justicia de Salvación, para no ser pecador prófugo con camino al infierno, sino para estar en este Dios Cristo y ser Criatura Nueva Espiritual Salva en El, para lo cual basta decirle con valentía, reflexión y sinceridad: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!. me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Dios los bendiga y si Él permite continuaremos el viernes siguiente.
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