¡Para morir y vivir!
DIOS EL PADRE CELESTIAL en el libro 2 Timoteo 2:10-11 de la Biblia, nos habla de la salvación eterna que sólo Cristo proporciona, porque palabra divina fiel es ésta: “Si morimos con Cristo, también viviremos con Él”.
Dios nos permite destacar la suprema importancia de este mensaje al iniciar el AÑO 2021, porque, cuando apenas hemos festejado en nacimiento de Jesús, ¡el tiempo aceptable apremia!, según 2 Corintios 6:2, y Cristo anhela continuar predicándonos toda su salvación y vida eterna, para reemplazar en cada persona la muerte espiritual que acarrea el pecado, para morir a toda maldad, cuando al aceptar el sacrificio de Jesús en el Calvario, morimos juntamente con Jesús para vivir espiritualmente con Él, ya perdonados por Él de nuestros pecados.
Dios, por lo tanto, nos llama con todo amor a ser salvos en Cristo, para que de esta manera, tal como nos indica desde el inicio de este capítulo 2, en comentario, nos esforcemos a estar en todo momento en la Gracia de Jesús, que es Amor Supremo Divino, en pos de la salvación eterna.
Por ende, Jesús toca a la puerta de nuestro corazón espiritual, según Apocalipsis 3:20. Y si le permitimos entrar, estando conscientes de que somos pecadores, y nos arrepentimos ante Jesús, Él nos perdona de inmediato y para siempre nuestras maldades, y nos regala el banquete divino espiritual más extraordinario que nos da vida juntos con Él, porque: “Por la Gracia de Dios somos salvos si creemos en Jesús”, según Efesios 2:8-9.
En consecuencia, seamos obedientes a Dios, con sólo unirnos a la muerte de Cristo su Hijo, quien como Salvador nuestro y Pastor nos regala Vida Eterna consigo, siendo sus ovejas que oímos su voz, y Él nos conoce, y le seguimos, y nos da Vida Eterna y nadie nos arrebatará de su Mano, según Juan 10:27-30
Estimado Lector: Cristo te invita a morir con Él para Vivir y Reinar con Él en la Vida Divina Eterna plena de su Gracia que es Amor Supremo, y para ello sólo necesitas decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Dios los bendiga, y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 444-815-39-73.