¡La divina excelencia!
DIOS EL PADRE CELESTIAL, inspiró en Filipenses 3:7 de la Biblia al apóstol San Pablo para expresar lo siguiente “Las cosas que eran para mi ganancia las he estimado como pérdida por amor a Cristo”.
Asimismo, el apóstol, con la misma inspiración agrega en el siguiente verso: “Y ciertamente aun estimo todas las cosas como pérdida por la Excelencia del Conocimiento de Cristo, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.
Lo anterior que viene de Dios se encuentra vigente aquí ahora, porque la palabra divina permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, y con ella nuestro Padre Celestial quiere motivarnos por medio de esta invitación llena de su amor, para que dejemos atrás nuestro ser humano natural pecaminoso, a fin de que Cristo constituya nuestro nuevo ser espiritual con la plenitud de su Excelencia y Conocimiento divino que viene a entregarnos para que tengamos Vida Eterna, según Juan 3:16.
Por lo tanto, si queremos, podemos abrir la puerta de nuestro corazón espiritual para que entre Jesús, según Apocalipsis 3:20, y de esta manera arrebatemos la Vida Eterna que El quiere regalarnos al recibirlo como Salvador y Pastor, según Juan 10:27-30, quien nos llevará de inmediato por el Camino Angosto hacia la Puerta Estrecha que El mismo conforma en la ruta del Cielo de Dios, porque El también nos trasmite el Poder de su Muerte y Resurrección, y nos convierte en justos suyos según Filipenses 3:9-10
En consecuencia, Dios Cristo, como Excelencia Divina, nos sustenta para ya no tener jamás nuestra justicia humana pecaminosa, sino su Justicia Divina Santa que nos permite poseer al creer en El, y ya no estar expuestos al infierno de fuego; y Dios Jesús nos da también a Dios Padre, según Juan 1:12, y a Dios Espíritu Santo, según 1 Corintios 3:16.
Estimado Lector: Cristo te llama para que hagas tuyo en forma gratuita su Excelente Conocimiento de Salvación y Vida Eterna bastando creer en El, y decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo Jesús, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.
Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 444- 815-39-73.