¡La vida divina!
DIOS CRISTO JESÚS habló de sí mismo hace unos 2,000 años en 1 Pedro 4:1-2, para reiterar a sus creyentes que con su sacrificio del Calvario, les perdonó y dio por terminados sus pecados.
Conforme a lo anterior, Jesús quien ofrendó así la carne de su cuerpo divino a favor de sus seguidores conversos y salvos en El, los llamó entonces para que en lo que les resta de vida en este mundo, no se conduzcan en la maldad humana, sino en la voluntad santa de Dios.
Pero lo antes expuesto por Cristo es extensivo también para todos nosotros aquí ahora, porque su palabra divina permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, invitándonos a ser sus creyentes seguidores arrepentidos ante El para limpiarnos de todo pecado antes de partir de este mundo. Por lo tanto, Dios Cristo nos predica su evangelio con la amorosa y firme voluntad de que alcancemos su salvación, y nadie se pierda en el infierno, sino que todos salgamos de la muerte espiritual que acarrea toda maldad, porque entonces Jesús nos lleva consigo en su muerte y resurrección, para vivir espiritualmente con El en su Cielo, con toda felicidad y gozo divinos que no tienen final, conforme a 1 Pedro 4:6.
Por ende, si estamos listos para emprender el seguimiento de Jesús, nada ni nadie podrá impedirnos tomarlo como nuestra cruz divina espiritual, y seguirlo, aceptándolo como salvador, según Lucas 9:23. En consecuencia, he aquí el tiempo aceptable y hora de nuestra salvación, en Cristo, según 2 Corintios 6:2, porque: “No hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, según Hechos de los Apóstoles 4:12.
Estimado Lector: Cristo te invita a ya no estar muerto en el pecado, sino a vivir en lo divino espiritual con este mismo Jesús, y reinar con El en la la Única Vida Divina que vale, o sea, la que Él les proporciona a sus creyentes para ser hijos de Dios, con sólo decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.
Dios los bendiga ricamente y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 444-815-39-73.