¡Con Cristo!

¡El morir es ganancia!

DIOS EL PADRE CELESTIAL en la Carta a Filipenses 1:21 de la Biblia nos invita a estar en El, si aceptamos lo siguiente: “Para mí el Vivir es Cristo, y el Morir es Ganancia”, lo cual está vigente aquí ahora, “porque la palabra de Dios permanece para siempre”, según 1 Pedro 1:25.

Por lo tanto, si estamos listos para aceptar este mensaje de Salvación, nada ni nadie nos puede impedir acercarnos a Jesús para tener en El la Unica Vida y Salvación Eterna Divinas, porque solamente Cristo, cuando nos arrepentimos ante El de nuestros pecados, El nos perdona toda maldad lo cual es plena ganancia para nosotros porque sólo Cristo con su sacrificio del Calvario nos limpia de todo pecado según 1 Juan 1:7.

Dios, en efecto, como podemos leer en el inicio de dicha Carta nos invita a estar en sus santas cosas espirituales para ser sus “Santos en Cristo”, teniendo toda su Gracia o Amor Perfecto y Paz que es Reposo y Descanso Divinos con toda comunión en su Evangelio, para perfección de su obra hecha para estar en la plenitud del entrañable Amor de Jesucristo.

Dios, por ende, nos llama también a permanecer en el Abundante Amor que El nos proporciona, así como a estar en su ciencia y conocimiento divinos pata ser aprobados por El, y ser sinceros e irreprensibles ante Cristo, llenos de sus frutos de Justicia para gloria y alabanza de Dios, para bien y progreso de su evangelio, porque este Jesús debe ser anunciado como Salvador para nuestro júbilo y gozo.

En consecuencia, estando Cristo en nosotros y nosotros en El, somos por El magnificados para tener la Vida que nunca termina porque El ocupa nuestro lugar como pecadores para limpiarnos de toda maldad, resucitándonos de nuestra muerte espiritual pecaminosa, dándonos Vida y Salvación por medio de su sacrificio del Calvario.

Estimado lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te invita a tener ganancia en El si Mueres al Pecado para Vivir con El por Siempre, si sólo le dices reflexivo y valiente: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en el Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal.

Muchas gracias, Dios los bendiga y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 815-39-73