¡El salvador ya viene!
¡CRISTO VIENE! Es el anuncio divino más extraordinario de todos los tiempos, cuyo aviso fue dado por Dios el Padre Eterno por primera vez en el Paraíso a Adán y Eva luego de que originaron el pecado en este mundo, según Génesis 3:1-15 de la Biblia; lo cual fue cumplido por Dios hace unos 2,000 años al nacer en este mundo Dios Cristo el Salvador nuestro, lo cual ya pronto estaremos festejando en esta Navidad.
Al respecto, debe ser grandioso para todos nosotros celebrar el Nacimiento de Jesús, porque así como pecaron Adán y Eva, también todos nosotros lo hemos hecho porque: “No hay justo ni aún uno; por cuanto todos pecaron, están destituidos de la Gloria de Dios”, según Romanos 3:10 y 23.
En efecto, cuando todo lo tenemos perdido en lo espiritual por el pecado, lo cual nos desliga de Dios, de pronto, si queremos, podemos unirnos de nuevo a Dios, porque El pone a Cristo su Hijo o Simiente Divina a nuestra disposición, porque: “Sólo en Jesús hay Salvación; porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”, según Hechos 4:12.
Por lo tanto, esta es la suprema enseñanza de Dios acerca de la Salvación dirigida a los hombres de buena voluntad de todos los tiempos, dado que según Lucas 2:11, este Jesús, el Salvador, Cristo Señor, nació en Belén de Judea o ciudad de David hace unos 2,000 años, lo cual nos permite considerar el diverso pronunciamiento de hace unos 2,700 años del profeta Isaías en su libro 9:6, como sigue: “Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado, y el Principado sobre su hombro; y se llamará su Nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz”.
¿Cómo, entonces, podríamos descuidar y hasta desechar Salvación tan grande, que podemos hacer nuestra con sólo aceptar a Jesús como Salvador personal, para ir al gozo del Cielo Eterno, según Juan 3:16.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo que viene a tu vida si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga. A sus órdenes mi teléfono 815-39-73.