¡LA VIDA NUEVA!
DIOS EL PADRE ETERNO en Ezequiel 18:20-21 de la Biblia, nos llama con todo su Amor como sigue: “El alma que pecare esa morirá; pero si el pecador se apartare de todos sus pecados, y guardare mis estatutos, de cierto vivirá; no morirá”.
Dios nos llama así, a tener su Vida Nueva, porque a causa de nuestros pecados estamos muertos ante El, y necesitamos ineludiblemente convertirnos a El, con sólo dejar atrás todo pecado, para que El nos haga un corazón y un espíritu nuevos, porque no quiere la muerte espiritual nuestra como pecadores, sino que acudamos a El para tener la Vida Nueva Espiritual que El quiere regalarnos.
Hablamos de la Vida Divina luego de que en días recientes humanamente hemos festejado a los llamados Fieles Difuntos o personas que ya han muerto físicamente y nos han dejado un recuerdo imborrable, y se nos han adelantado en esa ruta ineludible.
En efecto, Dios con todo su amor nos invita antes de partir de este mundo a vivir espiritualmente ajenos a la maldad, “porque la paga del pecado es muerte espiritual; pero el regalo de Dios es vida eterna espiritual en Cristo Jesús Señor nuestro”, según Romanos 6:23.
Por ende, Dios con todo su Amor nos llama para reencontrarnos con su Gracia que es Amor Perfecto, por conducto de Cristo, quien con su Sacrificio del Calvario perdona toda maldad de quienes se acercan arrepentidos ante El, y les da su justificación de Salvación para entrar al gozo del Cielo, según Romanos 5:15-16.
En consecuencia de extremada urgencia, aquí ahora, es dejar entrar a Cristo en nuestros corazones espirituales, porque si esto hacemos, entonces el pecado y la muerte espiritual quedarán atrás, y Cristo nos dará Vida Nueva Abundante al regalarnos su Justicia Justa Perfecta, para ser sus justos sanos y salvos en el Cielo de Dios, según Romanos 5:17-21.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te invita a tener su Vida Nueva Divina Espiritual que sólo El puede proporcionarte con sólo decirle: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Que Dios los bendiga ricamente y si el El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.