/ viernes 17 de mayo de 2019

¡Con Cristo!

JESÚS ES NUESTRA CRUZ

DIOS CRISTO JESUS hace unos 2,000 años, al estar en este mundo predicando su mensaje de salvación, llamó a toda persona con todo su amor como sigue:

“¡Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame!”, lo cual podemos leer en Lucas 9:23 de la Biblia, significando esta invitación, que si queremos ser seguidores de Cristo podemos hacerlo sin más requisito que el de contemplar espiritualmente a Cristo, negando nuestra esencia pecaminosa al confesarle toda maldad, pidiéndole nos perdone toda culpa y recibirlo como Unico Salvador, porque entonces Jesús nos capacita para tomarlo como nuestra Cruz Divina y seguirlo eternamente sanos y salvos por El.

En efecto, Jesucristo que es Dios Infinito y Eterno y se presenta en este mundo con un cuerpo similar al humano, pero Precioso, Divino y Perfecto como obra de Dios Espíritu Santo, forma Cruz y se sacrifica dando su vida por cada uno de sus creyentes, al morir en el Calvario, “¡porque en ningún otro hay Salvación y no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos!”, según Hechos 4:12.

El gran reto, por ende, aquí ahora, en el tiempo aceptable, en el día de salvación al que nos llama Cristo, según 2 Corintios 6:2, es considerar con reflexión la ofrenda de Jesús en la cruz, recibiendo no sólo todo género de golpes, insultos y humillaciones de su pueblo judío, sino en forma primordial darnos vida eterna con El, haciendo suyo todo el castigo correspondiente a sus creyentes bíblicos de todos los tiempos, por cada uno de sus pecados, que Cristo perdona y limpia con su sangre preciosa derramada, sufriendo el castigo que esos pecadores debían padecer eternamente en el infierno, según Colosenses 2:13.

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien quiere que lo hagas tuyo como Cruz de Salvación estando con El crucificado para tener la Gozosa Vida Eterna, si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.

Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.

El gran reto, en el día de salvación al que nos llama Cristo, considerar con reflexión la ofrenda de Jesús en la cruz.

JESÚS ES NUESTRA CRUZ

DIOS CRISTO JESUS hace unos 2,000 años, al estar en este mundo predicando su mensaje de salvación, llamó a toda persona con todo su amor como sigue:

“¡Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame!”, lo cual podemos leer en Lucas 9:23 de la Biblia, significando esta invitación, que si queremos ser seguidores de Cristo podemos hacerlo sin más requisito que el de contemplar espiritualmente a Cristo, negando nuestra esencia pecaminosa al confesarle toda maldad, pidiéndole nos perdone toda culpa y recibirlo como Unico Salvador, porque entonces Jesús nos capacita para tomarlo como nuestra Cruz Divina y seguirlo eternamente sanos y salvos por El.

En efecto, Jesucristo que es Dios Infinito y Eterno y se presenta en este mundo con un cuerpo similar al humano, pero Precioso, Divino y Perfecto como obra de Dios Espíritu Santo, forma Cruz y se sacrifica dando su vida por cada uno de sus creyentes, al morir en el Calvario, “¡porque en ningún otro hay Salvación y no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos!”, según Hechos 4:12.

El gran reto, por ende, aquí ahora, en el tiempo aceptable, en el día de salvación al que nos llama Cristo, según 2 Corintios 6:2, es considerar con reflexión la ofrenda de Jesús en la cruz, recibiendo no sólo todo género de golpes, insultos y humillaciones de su pueblo judío, sino en forma primordial darnos vida eterna con El, haciendo suyo todo el castigo correspondiente a sus creyentes bíblicos de todos los tiempos, por cada uno de sus pecados, que Cristo perdona y limpia con su sangre preciosa derramada, sufriendo el castigo que esos pecadores debían padecer eternamente en el infierno, según Colosenses 2:13.

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien quiere que lo hagas tuyo como Cruz de Salvación estando con El crucificado para tener la Gozosa Vida Eterna, si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.

Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.

El gran reto, en el día de salvación al que nos llama Cristo, considerar con reflexión la ofrenda de Jesús en la cruz.

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