¡LA PUERTA DE VIDA ETERNA!
DIOS CRISTO JESÚS, nos habla de sí mismo en Juan 10:7, 9-10 de la Biblia, en la forma siguiente: “Yo Soy la Puerta de las Ovejas. El que por mí entrare será Salvo. Yo he venido para que tengan Vida y para que la tengan en Abundancia”.
A propósito del Mes del Amor y la Amistad que está por terminar, podemos, si queremos hacer nuestras las anteriores manifestaciones espirituales de Cristo quien con todo su Amor y Amistad que nos tiene se dirige de nuevo a nosotros para invitarnos a abrir la Puerta que Él constituye para ser salvos y entrar en el Cielo Eterno con sólo aceptar que nos convertimos en sus Ovejas Espirituales para gozar de la venturosa Vida Eterna en Abundancia Feliz y Gozosa a su lado.
En efecto, este Cristo Salvador, nos llama a recibirlo como “el Camino y la Verdad y la Vida” y Puerta de Salvación, indicándonos que: “Nadie viene al Padre, sino por Mi”, según Juan 14:6; porque a los que reciben a Jesús, creen en su Nombre y lo aceptan como Salvador, El les da el privilegio de ser Hijos de Dios, según Juan 1:12.
Por lo tanto, nada ni nadie nos puede impedir creer en este Jesús como nuestra Puerta de Salvación Espiritual, porque Dios nos reitera en Romanos 5:1-2 lo siguiente: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la fe a esta Gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la Gloria de Dios”, porque arrepentidos ante El, basta creer que El nos salva del pecado para no tener condenación y castigo eterno, porque por Amor y Amistad Dios nos da a Cristo crucificado, según Juan 3:16.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo, quien quiere que entres por la Puerta de Salvación que El mismo constituye para Vida Eterna, y para ello sólo necesitas decirle en forma reflexiva y valiente: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, perdona mis pecados, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si Él permite, continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono a sus órdenes es el 815-39-73.