¡Con Cristo!

¡EL AMOR INSEPARABLE!

DIOS CRISTO JESUS, luego de su resurrección, cuando habían transcurrido 50 días, se despidió de sus discípulos para ascender al Cielo con la siguiente invitación de su Amor Inseparable: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”, según Mateo 28:19-20.

La anterior es lección grandiosa del Amor Inseparable de Dios Jesús, no sólo para sus discípulos, sino para todos sus creyentes de todos los tiempos, incluidos nosotros aquí ahora, porque la Palabra de Dios permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, y nos complace hablar del ¡Más Grande Amor!, que es, desde luego el Amor que proviene de Dios, cuando humanamente pronto celebraremos el Dia del Amor y la Amistad, con gozo, júbilo y fiesta en grande.

En efecto, Dios Cristo nos llama a tenerlo como Salvador, Amo, Señor y Rey, para tenernos sujetos con toda firmeza a El, y así cumplir a nuestro favor lo siguiente: “Y yo les doy Vida Eterna, y no perecerán jamás, ni nadie los arrebatará de mi Mano”, según Juan 10:28, como regalo perfecto de su Amor Inseparable, con sólo aceptarlo como Salvador nuestro, confesándole arrepentidos nuestros pecados que El perdona.

Por lo tanto, Dios Cristo agrega en Juan 15:4, que sus creyentes son los pámpanos (ramas) unidos férreamente al árbol de la Vid que El constituye espiritualmente, lo cual Jesús reitera en Juan 17:23 en su oración intercesora ante Dios Padre, porque éstos seguidores suyos están en Cristo, como el Padre Celestial también está en Cristo, para que estos creyentes sean perfectos en unidad, y nada ni nadie nos pueda separar del Amor de Dios que está en Cristo Jesús, según Romanos 8:38-39.

Estimado Lector: eres muy muy distinguido y apreciado por Dios Cristo, quien llama a tu corazón para darte su Amor Inseparable Eternamente, si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en el Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.

Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.