LA PIEDRA ANGULAR DE SALVACIÓN!
DIOS CRISTO JESÚS así como predicó a su pueblo hace unos 2,000 años, nos habla también a nosotros aquí ahora, de Sí mismo como sigue: “La Piedra que desecharon los Edificadores, ha venido a ser la Cabeza del Ángulo. El Señor ha hecho esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos”, según Mateo 21:42.
Lo anterior es la ratificación profética de Dios el Padre en la Divina Persona de Jesucristo en Salmos 118: 20-23 e Isaías 28:16, así como la reiteración de Hechos 4:11 y en la Primera Carta de Pedro 2:4-6.
En efecto, Dios el Padre Eterno en Salmos 118: 20-23, inspiró al Salmista para hablarnos del Salvador Dios Cristo Jesús de la siguiente manera: “Esta es la Puerta de Dios; por ella entrarán los justos. Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por Salvación. La Piedra que desecharon los Edificadores ha venido a ser Cabeza del Ángulo. De parte de Dios es esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos”.
Al respecto de los Edificadores mencionados por Dios, se trata precisamente del pueblo Hebreo o Israel o Judío, quienes en su gran mayoría rechazaron el mensaje de Salvación que Cristo Mismo les predicó para obtener la Vida Eterna, según Juan 1:12, y por este motivo Dios dirigió su mensaje a todos gentiles, o sea, a todas las personas que no tienen sangre hebrea, entre las cuales nos incluye a todos nosotros aquí ahora, dándonos la potestad de ser hechos hijos de Dios.
Por ende: “Este Jesús es la Piedra reprobada por los Edificadores, la cual ha venido a ser Cabeza del Angulo Jesucristo Mismo”, según Hechos 4:11.
Y, por lo tanto, a todos nosotros nos corresponde: “Edificarnos sobre el fundamento de los Apóstoles y Profetas, siendo la Principal Piedra del Ángulo Jesucristo Mismo”, según Efesios 2:20.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Dios Cristo quien te invita a aceptarlo como tu Piedra Angular de Salvación con solo decirle: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, creo en Ti, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias. Que Dios los bendiga ricamente, y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono a sus órdenes es el 815-39-73.