/ viernes 7 de diciembre de 2018

¡Con Cristo!

YA VIENE EL SEÑOR DE SALVACIÓN!




JESUCRISTO ES DIOS INFINITO Y ETERNO, porque no tiene principio ni tendrá fin, y es Señor de Salvación de la humanidad según vemos en Juan 1:1-5 y 3:16.

Hablamos de Cristo al iniciar diciembre por la grandiosa y próxima conmemoración de su glorioso nacimiento anunciado por Dios Padre por primera vez a toda la humanidad en Génesis 3:15, al dirigirse a Adán y Eva, luego de que estos pecaron, porque Cristo, como la Semilla Divina vendría a salvar a la humanidad pecaminosa que aceptara a este Jesús como Salvador Personal, según Juan 3:16.

Al respecto, en la Biblia son múltiples los anuncios acerca del Salvador Cristo el Señor, y de ellos podemos citar tres casos: el de Jeremías 23:5, donde vemos a Cristo “como el Renuevo Justo y Rey, de la familia de David que hará juicio y justicia sobre la Tierra”, lo cual fue cumplido en Mateo 1:1-25.

En Isaías 7:14 y 9:6-7 se nos habla del nacimiento corporal de Cristo del vientre de la Virgen; y sobre la Divinidad y Autoridad de este Jesús, Él es: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz, que nacería en Belén, según Miqueas 5:2; todo lo cual fue cumplido en Mateo 2:1 y 6, 1:18-23 y Efesios 1:20-22.

Por ende, Cristo en este mundo inicia a los 30 años de edad su predicación de Salvación por tres años, según Mateo 4:12-17, y al concluir hace su entrada triunfal a Jerusalén en Mateo 21:1-11, siendo arrestado para morir en el Calvario a favor de sus creyentes salvos de todos los tiempos y resucita al tercer día según Mateo capítulos 26, 27 y 28 y asciende al cielo 50 días después, según Hechos capítulos 1 y 2, para sentarse a la derecha de Dios Padre; de donde vendrá por los suyos cuando Dios disponga, conforme a 1 Tesalonicenses 5:1-11,

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por ¡Cristo quien viene!, para que seas salvo eternamente, si solo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.

Que Dios los bendiga ricamente y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.


YA VIENE EL SEÑOR DE SALVACIÓN!




JESUCRISTO ES DIOS INFINITO Y ETERNO, porque no tiene principio ni tendrá fin, y es Señor de Salvación de la humanidad según vemos en Juan 1:1-5 y 3:16.

Hablamos de Cristo al iniciar diciembre por la grandiosa y próxima conmemoración de su glorioso nacimiento anunciado por Dios Padre por primera vez a toda la humanidad en Génesis 3:15, al dirigirse a Adán y Eva, luego de que estos pecaron, porque Cristo, como la Semilla Divina vendría a salvar a la humanidad pecaminosa que aceptara a este Jesús como Salvador Personal, según Juan 3:16.

Al respecto, en la Biblia son múltiples los anuncios acerca del Salvador Cristo el Señor, y de ellos podemos citar tres casos: el de Jeremías 23:5, donde vemos a Cristo “como el Renuevo Justo y Rey, de la familia de David que hará juicio y justicia sobre la Tierra”, lo cual fue cumplido en Mateo 1:1-25.

En Isaías 7:14 y 9:6-7 se nos habla del nacimiento corporal de Cristo del vientre de la Virgen; y sobre la Divinidad y Autoridad de este Jesús, Él es: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz, que nacería en Belén, según Miqueas 5:2; todo lo cual fue cumplido en Mateo 2:1 y 6, 1:18-23 y Efesios 1:20-22.

Por ende, Cristo en este mundo inicia a los 30 años de edad su predicación de Salvación por tres años, según Mateo 4:12-17, y al concluir hace su entrada triunfal a Jerusalén en Mateo 21:1-11, siendo arrestado para morir en el Calvario a favor de sus creyentes salvos de todos los tiempos y resucita al tercer día según Mateo capítulos 26, 27 y 28 y asciende al cielo 50 días después, según Hechos capítulos 1 y 2, para sentarse a la derecha de Dios Padre; de donde vendrá por los suyos cuando Dios disponga, conforme a 1 Tesalonicenses 5:1-11,

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por ¡Cristo quien viene!, para que seas salvo eternamente, si solo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.

Que Dios los bendiga ricamente y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.