¡MUERTE PARA VIDA ETERNA!
DIOS EL PADRE CELESTIAL en Romanos 6:23 de la Biblia, nos habla del regalo precioso que significa la Muerte de Jesucristo su Hijo, para dar Vida Eterna a los seres humanos muertos en lo espiritual por sus pecados: “Porque la paga del pecado es muerte, pero el Regalo de Dios es Vida Eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro”, cuyo tema tratamos ante la proximidad de la llamada fiesta de “Muertos o Fieles Difuntos”, tan celebrada en nuestro país.
Dios nos explica al respecto, que los seres humanos como pecadores estamos muertos espiritualmente ante El, “porque no hay justo ni aún uno”; y por cuanto todos pecamos, es decir, estando en la condición de muertos espirituales estamos destituidos de las Gloria de Dios”, según Romanos 3:10, 23.
No obstante, como Dios nos ama por sobre todo lo creado, según Juan 3:16 y 14:6, nos da a Cristo para aceptarlo como Salvador personal, arrepentidos ante El de nuestros pecados, a fin de que Jesús nos justifique gratuitamente por su Gracia, que es Amor Perfecto, mediante la Muerte de cruz de Cristo, según Romanos 3:24.
En efecto, Cristo sufrió y murió en el Calvario para hacer suyos, pagar y perdonar los pecados de sus creyentes de todos los tiempos salvos en El, y resucitó al tercer día para estar al frente por siempre de estos pecadores arrepentidos que antes estaban muertos en sus delitos y pecados, a quienes proporciona Vida Espiritual y los Santificó para entrar al gozo por siempre en el Cielo con esta Unica Ofrenda de su Cuerpo Precioso según Hebreos 10:10, 14.
¡Morir al pecado para vivir eternamente!, es en síntesis, hacer nuestro el Nuevo Nacimiento de carácter espiritual dado por Jesús, mediante el cual sus creyentes salvos al morir al pecado nacen para Vivir en Jesús, según Juan 3:3.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te invita a morir al pecado para vivir con El por siempre, si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.