¡LA VIDA EN ABUNDANCIA!
DIOS CRISTO JESUS, en Juan 10:10 de la Biblia, así como habló a sus opositores fariseos en el año 29 de la era presente, llama también aquí ahora a todas las personas que no lo haya recibido como Salvador, para predicarles sus santas cosas que tratan de la Salvación y Vida Abundante Eterna, al expresar lo siguiente: “Yo he venido para que tengan Vida, y para que la tengan en Abundancia”.
Cristo, así rápidamente, nos habla de sus santas cosas divinas espirituales que tratan de la Vida Eterna en Abundancia, porque se refiere a la Vida que no tiene fin, y que solamente El puede proporcionar, porque se trata de la Vida que es por siempre a su lado en las mansiones celestiales, donde todo es gozo, alegría y satisfacción, porque en esos aposentos residen y radican por toda la eternidad, Dios Padre, Dios Cristo y Dios Espíritu Santo.
Lo más importante, por lo tanto, en este momento, es abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, según Apocalipsis 3:20 para dejarlo entrar en todo nuestro ser, y de esta manera nos proporcione su espiritualidad al confesarle arrepentidos nuestros pecados, pidiéndole nos perdone, porque entonces El hace suyas todas nuestras culpas, pecados y maldades y los limpia con su sangre preciosa derramada en la cruz del Calvario, y nos regala su Vida Abundante Suprema que nunca termina.
Dios Cristo inicia su discurso de vida abundante suprema en Juan 10:1-7, invitándonos considerar que al salvarnos del pecado y del infierno, nos convierte en sus ovejas, para ser Pastor nuestro que va siempre adelante guiándonos hacia la Puerta de su redil que es El mismo como la entrada al Cielo Infinito y Eterno, porque para ello ha venido a este mundo para que todos sus seguidores tengan Vida, pero Vida Divina Espiritual en Abundancia Eternamente.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Dios Cristo, quien te regalará su Vida Abundante Suprema, si con toda reflexión y valentía le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.