¡LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA!
DIOS EL PADRE ETERNO en la Carta a Tito 1:1-2 de la Biblia, así como inspiró al apóstol San Pablo hace unos 2,000 años para reiterar ser su siervo y apóstol de Jesucristo, también nos llama a todos nosotros aquí ahora, porque su palabra permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, y de esta manera hacer un alto en el camino del pecado para aceptar sus santas cosas y constituirnos en siervos de Dios y en apóstoles o seguidores de Dios Cristo Jesús.
En efecto, Dios el Padre anhela con todo su amor que aceptemos su invitación para estar en la fe de los escogidos suyos y en el conocimiento de su Verdad puesta en el Salvador Dios Cristo que constituye toda Piedad que es Gracia Suprema, Amor, Benevolencia, Benignidad, Bondad, Compasión y Misericordia, que pone a nuestra disposición en forma gratuita para que por Su conducto Divino alcancemos la Vida Eterna Feliz y Gozosa en su Cielo grandioso.
Por lo tanto, nada ni nadie puede impedirnos tener acceso a esta inigualable Esperanza Divina para alcanzar la felicidad que Dios que no miente quiere regalarnos como promesa a favor de nosotros, desde antes del principio de los siglos, cuando ya estábamos en su Mente y Corazón como sus criaturas más preciadas, con sólo tener a Jesús como Supremo Predicador y Dios de nuestra Salvación, conforme a Tito 1:3, abriéndole la puerta de nuestro corazón espiritual para recibir el rico banquete de sus santas cosas divinas espirituales que nos salvan de inmediato y para siempre del infierno, según Apocalipsis 3:20.
Por ende, he aquí ahora el tiempo aceptable para recibir el más grande regalo de Cristo que significa ser salvos en El eternamente, según 2 Corintios 6:2.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Dios Cristo, quien te llama a tener toda Esperanza de la Feliz Vida Eterna en lugar de muerte con el maligno; para lo cual basta decirle a Jesús: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y limpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.