¡EL DÍA DEL MAESTRO!
DIOS CRISTO JESUS, como Maestro Divino, en Juan 3:3 de la Biblia, hace unos 2,000 años dio a Nicodemo, así como a todos nosotros el siguiente mensaje de Salvación y Vida Eterna: “De cierto, de cierto os digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”.
En efecto, la invitación precedente de Dios Cristo está vigente aquí ahora, porque la palabra de Dios permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, y la recordamos proveniente del Maestro Divino Espiritual, a propósito de una celebración más de la Fiesta Anual de nuestros Maestros que día con día se entregan con todo ahínco para efectuar su sagrada enseñanza a sus alumnos en todos los grados a lo largo y ancho de nuestro país.
Felicitamos, y agradecemos, por lo tanto, a todos y cada uno de los Maestros de nuestra Patria por tan encomiable y grandiosa tarea de instrucción desde los grados básicos hasta los estudios universitarios que proporcionan a sus educandos.
Por ende, retomando el tema de Nicodemo, podemos ver a este alto personaje fariseo, quien iluminado por Dios Espíritu Santo, es presente ante Jesús, para reconocerle en forma expresa su carácter de Maestro Divino, al expresarle lo siguiente: “Sabemos que has venido de Dios como Maestro, porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con El”.
Dios Cristo, responde de inmediato como Maestro Divino a Nicodemo, así como a todos nosotros para hacernos saber acerca del nacimiento espiritual indispensable para alcanzar la vida eterna, con con sólo creer y aceptar que sólo por medio de Dios Cristo Jesús podemos obtener la preciosa y feliz vida a su lado en su Cielo por siempre, y con ello no perdernos en el castigo eterno del infierno, según Juan 3:15.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo, quien como Maestro Divino te llama para tener vida con El, en lugar de muerte con el maligno; para lo cual basta decirle a Jesús: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.