/ domingo 7 de julio de 2019

Articulo Dominical

Algunos tienen el poder, pero han perdido la paz

El poder, ya lo tienes; no hay que luchar para alcanzarlo; Dios te lo ha dado. Pero el poder, sólo se te dio para vencer el mal.

Hay muchos que se agotan buscando el poder, y acaban perdiendo la paz.

Porque el hombre que hace mal uso del poder, no puede vivir en paz. Porque Dios no nos dio el poder para hacer el mal. El poder nos fue dado para vencer el mal, y así obtener el beneficio del bien.

El que hace mal uso del poder, se destruye así mismo. Ya lo dice Jesús, que de nada le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final se pierde o se destruye. El poderoso acaba confundido; y lo primero que pierde es la paz.

Y cuando no hay paz, la realidad se ve distorsionada; y las cosas pierden su claridad. Y todo, porque el poder no te da la paz. Ya que ésta, es un don que solo Dios puede dar. Y el que ambiciona el poder, no puede ser amante de la paz.

Se necesita amar la paz, para estar en orden, para poder obtenerla. Ya lo dice el Evangelio: “Cuando entren a una casa, digan: “Que la paz reine en esta casa”. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá”.(Lc. 10).

No basta con decir, que queremos tener la paz en nuestras vidas; también es necesario, que el anhelo de paz, brote de lo más profundo del corazón de cada uno de nosotros.

Y si amamos la paz, no andaremos armando conflictos, ni buscaremos el modo de hacer sentir el poder; porque todo eso, es la ocasión para perder la paz.

La palabra paz, significa totalidad; por tanto, no hay plenitud sin la presencia divina. Porque Dios, es la totalidad. Y quien usa el poder sin contar con Dios, nunca abrazará la totalidad,la plenitud que hay en él. Es decir, jamás podrá vivir en paz; porque algo le estará faltando para poder realizarse y ser pleno .

Algunos tienen el poder, pero han perdido la paz

El poder, ya lo tienes; no hay que luchar para alcanzarlo; Dios te lo ha dado. Pero el poder, sólo se te dio para vencer el mal.

Hay muchos que se agotan buscando el poder, y acaban perdiendo la paz.

Porque el hombre que hace mal uso del poder, no puede vivir en paz. Porque Dios no nos dio el poder para hacer el mal. El poder nos fue dado para vencer el mal, y así obtener el beneficio del bien.

El que hace mal uso del poder, se destruye así mismo. Ya lo dice Jesús, que de nada le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final se pierde o se destruye. El poderoso acaba confundido; y lo primero que pierde es la paz.

Y cuando no hay paz, la realidad se ve distorsionada; y las cosas pierden su claridad. Y todo, porque el poder no te da la paz. Ya que ésta, es un don que solo Dios puede dar. Y el que ambiciona el poder, no puede ser amante de la paz.

Se necesita amar la paz, para estar en orden, para poder obtenerla. Ya lo dice el Evangelio: “Cuando entren a una casa, digan: “Que la paz reine en esta casa”. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá”.(Lc. 10).

No basta con decir, que queremos tener la paz en nuestras vidas; también es necesario, que el anhelo de paz, brote de lo más profundo del corazón de cada uno de nosotros.

Y si amamos la paz, no andaremos armando conflictos, ni buscaremos el modo de hacer sentir el poder; porque todo eso, es la ocasión para perder la paz.

La palabra paz, significa totalidad; por tanto, no hay plenitud sin la presencia divina. Porque Dios, es la totalidad. Y quien usa el poder sin contar con Dios, nunca abrazará la totalidad,la plenitud que hay en él. Es decir, jamás podrá vivir en paz; porque algo le estará faltando para poder realizarse y ser pleno .