/ domingo 26 de mayo de 2019

Artículo Dominical

Cree en lo bueno, y tu vida será saludable

El hombre es creyente por naturaleza. Porque para vivir, es necesario creer. Ya que el hombre vive al día, es decir, solo contamos con el hoy; porque ignoramos lo que sucederá mañana. Por eso, es indispensable la fé, para vivir en paz.

La fe, es una necesidad fundamental. Pero, trabajo nos cuesta creer. Aunque bien sabemos, que la fe nos ayuda a ver la vida de diferente manera; y sobretodo a vivir de manera óptima.

Hay hombres que se declaran escépticos, es decir, que dudan de todo, y no quieren correr el riesgo de confiar.

Aunque es un hecho, que el hombre cree en algo. Pero, por desgracia tendemos a creer más lo malo, que lo bueno.

Y cuando alguien nos habla mal de otra persona, inmediatamente le damos crédito. Pero cuando nos hablan del amor de Dios, nos resistimos a aceptarlo.

Y todo, porque somos débiles para alcanzar lo bueno, y fácilmente creemos lo malo

Pero, creer lo malo no contribuye a la felicidad. En cambio, la fe en la bondad divina nos vuelve alegres, y nos ayuda a vivir sanos.

La fe está en disyuntiva: o te decides a creer lo malo, para tu desgracia, o te decides a confiar en Dios para tu bendición. El hombre necesita creer, y la fe en el amor, nos abre las puertas a una vida feliz.

Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.

Cree en lo bueno, y tu vida será saludable

El hombre es creyente por naturaleza. Porque para vivir, es necesario creer. Ya que el hombre vive al día, es decir, solo contamos con el hoy; porque ignoramos lo que sucederá mañana. Por eso, es indispensable la fé, para vivir en paz.

La fe, es una necesidad fundamental. Pero, trabajo nos cuesta creer. Aunque bien sabemos, que la fe nos ayuda a ver la vida de diferente manera; y sobretodo a vivir de manera óptima.

Hay hombres que se declaran escépticos, es decir, que dudan de todo, y no quieren correr el riesgo de confiar.

Aunque es un hecho, que el hombre cree en algo. Pero, por desgracia tendemos a creer más lo malo, que lo bueno.

Y cuando alguien nos habla mal de otra persona, inmediatamente le damos crédito. Pero cuando nos hablan del amor de Dios, nos resistimos a aceptarlo.

Y todo, porque somos débiles para alcanzar lo bueno, y fácilmente creemos lo malo

Pero, creer lo malo no contribuye a la felicidad. En cambio, la fe en la bondad divina nos vuelve alegres, y nos ayuda a vivir sanos.

La fe está en disyuntiva: o te decides a creer lo malo, para tu desgracia, o te decides a confiar en Dios para tu bendición. El hombre necesita creer, y la fe en el amor, nos abre las puertas a una vida feliz.

Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.