El amor, siempre le dice sí a la vida
El que ama nunca desea la muerte. Y no sepuede amar la vida y la muerte al mismo tiempo. Porque el amor es vida. Y el que amale dice al amado: quiero que vivas; te quiero eterno.
Es muy lamentable, que haya quien busque legalizar la muerte. Como si ésta fuera un derecho, y no el trágicofin del amor.
Hay que aclarar, que la muerte viene a causa del pecado. Porque si el hombre no pecara, no existiría la muerte. Por eso, hay pecados que se llaman mortales, ya que cuando éstos se cometen, van robando la vida y apresurando la muerte. Entre más pecamos, más vamosmuriendo.
Es importante aclarar, que el pecado es una falta de amor. Los hombres pecamos, cuando no amamos; y cuando no nos dejamos amar, ni creemos en el amor. Por tanto, el pecado es la negación del amor. Ycuando no hay amor, tampoco hay vida.
Es absurdo, que se promuevan leyes que van contra la vida; tambiénesinexplicable, que una madre rechace la vida de su propio hijo.
Ciertamente, no todos los hijos son fruto del amor humano, pero si del amor Divino; la existencia misma, es una expresión del amor Divino.
Algomuy cierto, es que notodos nacimos de un acto de amor humano; pero todos, somos fruto del amor de Dios.
Una madrepuede llevar en su vientre al hijo de un desconocido, pero ese niño, es también su hijo. Y, ¿Cómo rechazar lo que es tuyo? No cabe duda, que el amor cuesta.
Cuanto bienhabría en el mundo, si las leyes estuvieran inspiradas en el amor, y no en medidas prácticasy egoístas. Perotal parece, que la única ley impuesta por amor, es la ley de Dios.
Y todoindica, que las leyes humanas se manejan por intereses egoístas; movidas por conveniencias, y no a favor de la humanidad.
Si las leyes no se inspiran en el amor, entonces, nos van orillando a morir; y a viviren una cultura de la muerte.
Una ley, técnicamente funcional, no tiene corazón; porque no se inspira en el amor, y así, le da la espalda a lavida. Ya quesin amor, no hay existencia. Y si falta el amor, el mundo vivirá enagonía.Cuando nohay amor, tampoco hay vida.
