/ domingo 9 de septiembre de 2018

Artículo Dominical

¿QUÉ NOS ROBA LA FELICIDAD?

Lo más importante de la vida, es muy fácil que se pierda; la paz, el amor, la dicha, se esfuman con facilidad. Pero eso sí, todos aseguramos que queremos vivir felices. Pero pocos luchan por la felicidad.

El hombre quiere ser feliz; pero parece, que no está dispuesto a pagar el precio de la dicha. Porque ésta, es tan grande que no se logra fácilmente; requiere esfuerzo y cuidado.

Y los que afirman que quieren ser felices, toman caminos muy opuestos a la felicidad. Ya que no pueden deshacerse de algunos enemigos, que impiden que el hombre sea dichoso; y dos ellos son: la razón y el orgullo.

El hombre orgulloso no puede ser feliz; porque para él, es más importante el ego que la dicha. Hay momentos en que deseamos hablarle alguien, o darle un abrazo, pero el amor propio nos impide hacerlo. Y con eso, nos privamos de ser felices.

La razón, es otra cuestión que daña al corazón, y le impide amar. Porque sabemos que amar no es lógico; pero en todo queremos encontrar la lógica. Y olvidamos, que el corazón tiene sus propias razones.

Muchos matrimonios se han venido abajo, por cuestiones de lógica. Es decir, por querer tener la razón en todo. Y con ello, acaban sofocando las razones del corazón. Mejor seria que fuéramos felices. Y que con humildad aceptáramos, que la razón, no va a estar siempre de nuestro lado.

¿QUÉ NOS ROBA LA FELICIDAD?

Lo más importante de la vida, es muy fácil que se pierda; la paz, el amor, la dicha, se esfuman con facilidad. Pero eso sí, todos aseguramos que queremos vivir felices. Pero pocos luchan por la felicidad.

El hombre quiere ser feliz; pero parece, que no está dispuesto a pagar el precio de la dicha. Porque ésta, es tan grande que no se logra fácilmente; requiere esfuerzo y cuidado.

Y los que afirman que quieren ser felices, toman caminos muy opuestos a la felicidad. Ya que no pueden deshacerse de algunos enemigos, que impiden que el hombre sea dichoso; y dos ellos son: la razón y el orgullo.

El hombre orgulloso no puede ser feliz; porque para él, es más importante el ego que la dicha. Hay momentos en que deseamos hablarle alguien, o darle un abrazo, pero el amor propio nos impide hacerlo. Y con eso, nos privamos de ser felices.

La razón, es otra cuestión que daña al corazón, y le impide amar. Porque sabemos que amar no es lógico; pero en todo queremos encontrar la lógica. Y olvidamos, que el corazón tiene sus propias razones.

Muchos matrimonios se han venido abajo, por cuestiones de lógica. Es decir, por querer tener la razón en todo. Y con ello, acaban sofocando las razones del corazón. Mejor seria que fuéramos felices. Y que con humildad aceptáramos, que la razón, no va a estar siempre de nuestro lado.