/ viernes 9 de marzo de 2018

AHORRANDO ENERGÍA

Columnista en Jefe: Ariadna Rincón

A partir de la segunda Guerra Mundial y desde entonces alrededor de 75 países,  incluyendo el nuestro,  adopta el programa de cambio de horario para un consumo eficiente de energía, esto con estándares comerciales de la Unión Europea. En nuestro país se implementa por primera vez en 1942 en el estado de Baja California; sin embargo, no fue hasta 1996 con el tratado de Libre Comercio que se extendió a todo  el territorio con algunas excepciones, lo anterior  para optimizar el ahorro energético aprovechando la luz del día.

¿Que implicaciones económicas y sociales nos da la adopción de éste tradicional cambio de horario? De acuerdo con el “Research Voor Beleid” existen efectos positivos y tangibles en la reducción de la contaminación, así como también un decremento en accidentes viales, sin embargo, el  “Journal of economic and statistics” señala que la eficiencia energética es muy poca o nula en países que adoptan éste programa, lo anterior se da, debido al uso de ventiladores y aires acondicionados que generan un gasto mayor de energía al que en teoría se debería de ahorrar con la adopción de éste tipo de programas.

Con información del Fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica, por sus siglas FIDE, en el 2015 en nuestro país se permitió un ahorro de energía eléctrica de 1046.47 gigawatts hora (GWh), esto se traduce en cantidad suficiente para abastecer el consumo eléctrico de 602, 000 casas habitación durante todo un año o también puede verse como 466 000 toneladas de bióxido de carbono.

En nuestro país el horario de verano ha sido sometido a juicios y manifestaciones constantes en contra y a favor de éste programa, es por eso que en el año 2000 la Secretaria de Energía a través de la UNAM pide analizar el impacto del horario de verano en 18 áreas de interés. Los resultados de ésta investigación arrojaron que sí existen reducciones en los impactos ambientales además de favorecer transacciones internacionales, telecomunicaciones y turismo.

Con información académica tanto  nacional como  internacional se puede decir que, con la adopción de este tipo de programas se beneficia principalmente a  los mercados financieros y a su sincronización en el manejo de recursos lo que representa una ventaja en la bolsa de valores.

Por último, también está la perspectiva social, que aplicándolo en tiempo y forma  constituye una considerable reducción de consumo eléctrico que como sociedad abona a nuestro planeta; esto en vísperas de que el próximo domingo los estados de la frontera norte inician su cambio de horario, mientras que para el resto del país será el primero de abril.

@AgendaJovenSLP

Columnista en Jefe: Ariadna Rincón

A partir de la segunda Guerra Mundial y desde entonces alrededor de 75 países,  incluyendo el nuestro,  adopta el programa de cambio de horario para un consumo eficiente de energía, esto con estándares comerciales de la Unión Europea. En nuestro país se implementa por primera vez en 1942 en el estado de Baja California; sin embargo, no fue hasta 1996 con el tratado de Libre Comercio que se extendió a todo  el territorio con algunas excepciones, lo anterior  para optimizar el ahorro energético aprovechando la luz del día.

¿Que implicaciones económicas y sociales nos da la adopción de éste tradicional cambio de horario? De acuerdo con el “Research Voor Beleid” existen efectos positivos y tangibles en la reducción de la contaminación, así como también un decremento en accidentes viales, sin embargo, el  “Journal of economic and statistics” señala que la eficiencia energética es muy poca o nula en países que adoptan éste programa, lo anterior se da, debido al uso de ventiladores y aires acondicionados que generan un gasto mayor de energía al que en teoría se debería de ahorrar con la adopción de éste tipo de programas.

Con información del Fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica, por sus siglas FIDE, en el 2015 en nuestro país se permitió un ahorro de energía eléctrica de 1046.47 gigawatts hora (GWh), esto se traduce en cantidad suficiente para abastecer el consumo eléctrico de 602, 000 casas habitación durante todo un año o también puede verse como 466 000 toneladas de bióxido de carbono.

En nuestro país el horario de verano ha sido sometido a juicios y manifestaciones constantes en contra y a favor de éste programa, es por eso que en el año 2000 la Secretaria de Energía a través de la UNAM pide analizar el impacto del horario de verano en 18 áreas de interés. Los resultados de ésta investigación arrojaron que sí existen reducciones en los impactos ambientales además de favorecer transacciones internacionales, telecomunicaciones y turismo.

Con información académica tanto  nacional como  internacional se puede decir que, con la adopción de este tipo de programas se beneficia principalmente a  los mercados financieros y a su sincronización en el manejo de recursos lo que representa una ventaja en la bolsa de valores.

Por último, también está la perspectiva social, que aplicándolo en tiempo y forma  constituye una considerable reducción de consumo eléctrico que como sociedad abona a nuestro planeta; esto en vísperas de que el próximo domingo los estados de la frontera norte inician su cambio de horario, mientras que para el resto del país será el primero de abril.

@AgendaJovenSLP

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