/ domingo 16 de diciembre de 2018

Agenda Joven

El vaso ¿medio lleno o medio vacío?

Nos acercamos al final del presente año, con un nuevo tema en la agenda exterior que por primera vez se ve en nuestro país, me refiero a la ya muy comentada “crisis migratoria”. Es un suceso con características muy particulares que antes no se veían, tales como: las caravanas migrantes, es decir, migraciones en masa y también que por primera vez en la historia, México se ha convertido en un país de destino y ya no sólo de transito.

Si bien, esta situación ha sido denominada en infinidad de ocasiones como “crisis”, es también una oportunidad, todo depende del enfoque ¿nos encontramos ante un vaso medio lleno o medio vacío? Precisamente sobre esta situación, el The Wilson Center, reconocido think thank, centro de análisis e investigación en la región, sostiene que existen una serie de factores que pueden llevar a entornos sociales y económicos favorables, tanto para los migrantes, como para los mexicanos.

La complejidad entonces se encuentra en detectar ¿cuáles son estos factores? y ¿cómo implementar acciones correctamente? Iniciaré por los factores originarios de esta situación, mismos que responden a problemáticas nacionales que no se atendieron debidamente y por ende, con el paso del tiempo, se fueron agravando. Estos son: la violencia extrema, la pobreza e inclusive el cambio climático; estas problemáticas en conjunto han impulsado a miles de centroamericanos a emprender este camino.

Camino que vale la pena resaltar, es totalmente legítimo, ya que no se debe de olvidar que bajo el derecho internacional, todo individuo tiene el derecho legal de emigrar con fines de asilo. Por lo cual, como ya se comentó en colaboraciones anteriores, la situación demanda la urgencia de acciones en conjunto para el corto, mediano y largo plazo.

En el corto e inmediato plazo, la respuesta del gobierno mexicano ha sido buena y calificada como tal por diversas instituciones; sin embargo, en el largo plazo, no son sostenibles. El día de hoy la frontera entre Tijuana y San Diego se encuentra en estado de gravedad y son necesarias acciones de fondo, tanto por el gobierno de México que debe plantear una reforma legislativa en materia de migración, acorde a la complejidad presente, acompañado a una política laboral en donde se cuide y dignifique al extranjero y al de casa; así como campañas en ambos lados de la frontera que combatan la discriminación al migrante.

No es sorpresa, como ya lo han señalado algunos analistas que el escenario ideal para Estados Unidos de América, sería el que México se ocupara por completo del asilo de los migrantes. Escenario que se imposibilita al observar las cifras; ya que según datos de El Colegio de la Frontera Norte, actualmente nos enfrentamos al flujo migratorio más alto en una década, estimado en cerca de los 400, 000 cruces anuales.

La reforma migratoria es un tema muy vigente en la agenda legislativa de Estados Unidos que seguramente se consolidará en el año entrante; ante esto, es fundamental prestar la mayor atención a factores fundamentales, como lo son: la creación de alternativas viables a los periodos prolongados de detención de migrantes y un proceso ordenado, ágil y humano a las solicitudes de asilo; pues a 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son inadmisibles noticias de fallecimiento de personas e inclusive menores de edad, por un mal procedimiento migratorio.

México tiene la oportunidad histórica de implementar las reformas de fondo en materia migratoria y al exterior, se esperarían acciones más contundentes que las que ahora se tienen, pues recientemente, el canciller Marcelo Ebrard sostuvo que los temas de diálogo bilateral se han limitado a relaciones comerciales y desarrollo; y precisamente, el velar por un trato humanitario y digno es en esencia un tema de desarrollo.


@Ariadna_Rincon

El vaso ¿medio lleno o medio vacío?

Nos acercamos al final del presente año, con un nuevo tema en la agenda exterior que por primera vez se ve en nuestro país, me refiero a la ya muy comentada “crisis migratoria”. Es un suceso con características muy particulares que antes no se veían, tales como: las caravanas migrantes, es decir, migraciones en masa y también que por primera vez en la historia, México se ha convertido en un país de destino y ya no sólo de transito.

Si bien, esta situación ha sido denominada en infinidad de ocasiones como “crisis”, es también una oportunidad, todo depende del enfoque ¿nos encontramos ante un vaso medio lleno o medio vacío? Precisamente sobre esta situación, el The Wilson Center, reconocido think thank, centro de análisis e investigación en la región, sostiene que existen una serie de factores que pueden llevar a entornos sociales y económicos favorables, tanto para los migrantes, como para los mexicanos.

La complejidad entonces se encuentra en detectar ¿cuáles son estos factores? y ¿cómo implementar acciones correctamente? Iniciaré por los factores originarios de esta situación, mismos que responden a problemáticas nacionales que no se atendieron debidamente y por ende, con el paso del tiempo, se fueron agravando. Estos son: la violencia extrema, la pobreza e inclusive el cambio climático; estas problemáticas en conjunto han impulsado a miles de centroamericanos a emprender este camino.

Camino que vale la pena resaltar, es totalmente legítimo, ya que no se debe de olvidar que bajo el derecho internacional, todo individuo tiene el derecho legal de emigrar con fines de asilo. Por lo cual, como ya se comentó en colaboraciones anteriores, la situación demanda la urgencia de acciones en conjunto para el corto, mediano y largo plazo.

En el corto e inmediato plazo, la respuesta del gobierno mexicano ha sido buena y calificada como tal por diversas instituciones; sin embargo, en el largo plazo, no son sostenibles. El día de hoy la frontera entre Tijuana y San Diego se encuentra en estado de gravedad y son necesarias acciones de fondo, tanto por el gobierno de México que debe plantear una reforma legislativa en materia de migración, acorde a la complejidad presente, acompañado a una política laboral en donde se cuide y dignifique al extranjero y al de casa; así como campañas en ambos lados de la frontera que combatan la discriminación al migrante.

No es sorpresa, como ya lo han señalado algunos analistas que el escenario ideal para Estados Unidos de América, sería el que México se ocupara por completo del asilo de los migrantes. Escenario que se imposibilita al observar las cifras; ya que según datos de El Colegio de la Frontera Norte, actualmente nos enfrentamos al flujo migratorio más alto en una década, estimado en cerca de los 400, 000 cruces anuales.

La reforma migratoria es un tema muy vigente en la agenda legislativa de Estados Unidos que seguramente se consolidará en el año entrante; ante esto, es fundamental prestar la mayor atención a factores fundamentales, como lo son: la creación de alternativas viables a los periodos prolongados de detención de migrantes y un proceso ordenado, ágil y humano a las solicitudes de asilo; pues a 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son inadmisibles noticias de fallecimiento de personas e inclusive menores de edad, por un mal procedimiento migratorio.

México tiene la oportunidad histórica de implementar las reformas de fondo en materia migratoria y al exterior, se esperarían acciones más contundentes que las que ahora se tienen, pues recientemente, el canciller Marcelo Ebrard sostuvo que los temas de diálogo bilateral se han limitado a relaciones comerciales y desarrollo; y precisamente, el velar por un trato humanitario y digno es en esencia un tema de desarrollo.


@Ariadna_Rincon