DE MARIANELA.- Llama poderosamente la atención el mensaje de Marianela Villanueva Ponce, la responsable de los Cobach, publicado en sus redes sociales el 16 de agosto: “Alzar la voz es una responsabilidad de los que tenemos niñas, niños y jóvenes a nuestro cargo, ya sea como padres o madres o en el proceso de su enseñanza y educación”.
MEXICANOS SANOS.- Y agrega: “Hoy más que nunca trabajemos por una generación que no se quede callada, que exprese lo que siente y que diga lo que sufre. Porque necesitamos mexicanos aparte de preparados, sanos en un mundo que en ocasiones pareciera enfermo”. Le corregimos: No es un mundo que pareciera enfermo, lo está. ¿O no?
CON PRESIÓN.- No es para aplaudir la detención del probable responsable del asesinato de una educadora, a una semana de ocurrido, porque ese es el trabajo de la Fiscalía General del Estado, la famosa FIGE, pero al menos se tiene la certeza que gracias a la presión social esa dependencia arroja resultados, como se vio en éste y se ha visto en otros casos.
AVANCES SIGNIFICATIVOS.- El Vicefiscal reconoció que en estos casos de muertes violentas de mujeres “siempre se trabaja con perspectiva de género, de manera exhaustiva y con las debidas diligencias”, y aseguró que en cuanto al caso de las otras dos mujeres ultimadas en la ciudad en los últimos días, se llevan “avances significativos”, que una vez consolidados se darán a conocer a la opinión pública. A ver si es cierto.
SIN DENUNCIA.- por cierto, en la famosa FIGE no hay denuncia alguna sobre las trampas que se han hallado en cajeros automáticos de esta capital, con la que ladrones logran apoderarse del efectivo que sacan los tarjetahabientes.
CONTRA NEGOCIOS.- El pasado fin de semana, inspectores municipales clausuraron seis establecimientos, entre cantinas, restaurantes y salones de eventos sociales, por falta de licencia de funcionamiento, violación de horario y violación de giro comercial, entre otros.
NIDO DE VAGOS.- El Jardín Colón ha sido "colonizado" por un sinfín de malvivientes; personas sin hogar, alcohólicos, lavachoches y drogadictos, se juntan en las jardineras y hacen sus desmanes (desnudarse, orinar en los árboles, ingerir sustancias) sin que las autoridades les digan nada. Ya hasta cuelgan sus cobijas y ropa sucia encima del monumental reloj de cantera. La peste y el disgusto por estas personas están acabando con el Jardín y su belleza colonial.