/ miércoles 17 de abril de 2019

¿A dónde queremos ir?


¿A dónde queremos ir construyendo barreras y enconos sociales? Todo desde el poder político, sin importar realmente el porvenir de nuestra Patria y, con Ella, todos los mexicanos.

Muchas veces hemos comentado en este espacio, como lo han hecho muchos otros amigos y amigas, el que, una realidad es la que nos quieren vender los administradores de la política de este gran País , diciéndonos que todo está bien o, cuando menos que vamos mejorando aceleradamente.

En definitiva, otra realidad es la que vivimos los mortales alejados de los avatares del ejercicio de la política. Una realidad que, por brutal nos golpea cada día, pero, así mismo salimos adelante, aún en contra de los obstáculos que hay que vencer y lo que nos espera.

Obviamente las promesas de campaña del Presidente de México, se complican cada día más, aún cuando de verdad, en lo personal, quisiera que las cosas fueran como El dice y lo aseguró desde su campaña que, así serían pero, de verdad es deseable que las cosas fueran mejor.

No solo las calificadoras de la economía global, nos han dejado mal parados internacionalmente, los pronósticos de crecimiento del PIB, aún cuando, el Presidente de la Republica Mexicana, dice que creceremos al 4% y, ojalá que así sea, los mejores pronósticos son de 1.30 a 2 % .

Parece que vivimos todos los días cual paz del pasado y los ataque continuos a los neoliberales, que no se traduce en acciones que reviertan el daño que se dice causó, no tiene ningún sentido; los descalificativos de los organizaciones civiles sin señalar quién y cómo se defraudó el dinero público se diluyem, igualmente con las estancias infantiles, así como, los refugios para mujeres que viven violencia, no pasan el tamiz de lo que se denuncia.

El País descansa mucho, en los científicos y académicos que dan ventaja al posicionamiento de México en la competitividad mundial, también se descalifican cada que surge el tema de recursos públicos y su apoyo. Ya no se puede seguir diciendo cada mañana que todo está mal por causa de lo que nos sucedió en el pasado.

Aún cuando el Pueblo sabio se ha dado cuenta que la corrupción del sexenio pasado, fue una verdadera realidad, nada se dice de ello por lo que, crece la sospecha de acuerdos, entre ex presidente y Presidente, para acceder al poder, ahora ya, sin importar los asaltos al erario público que hicieron los que este mismo Gobierno señaló como robo.

Lo asombroso, entre mucho, sucedió cuando Jorge Ramos, periodista de Univisión, en una de esas apariciones mañaneras con los periodistas, cuestionó el número de muertes de personas que sufre México. Inédito, el Presidente en plena discusión con el periodista, se regateaba el número de homicidios, cuando antes magnificaba las cantidades y, ahora dice que los muertos son menos.

A dónde queremos ir con estos dislates. ¿Cuánto vale la vida de una personas?, ¿cómo es que se convierte en una discusión estéril? Pero además, las personas se com inertes en solo una estadística que representa materialmente un número de las vidas que se pierde violentamente.

No era, ni es fácil gobernar, pero enfrentar nuestra realidad, la que vivimos los mortales, los de a pies, debe ir resolviéndose y, no precisamente barriendo las escaleras. Acciones firmes y con alternativas es lo que se necesita.

Querer refundar nuestro Estado Mexicano con la pretendida T 4 con enfrentamientos estériles, o, descalificativos del pasado pero, sin perseguir a los que delinquieron, no habla bien de lo que se quiere, así, no vamos a ningún lado. Nos perderemos en la nada y si, en el enfrentamiento, lastimándonos más de lo que ya estamos.

@jaimechalita


¿A dónde queremos ir construyendo barreras y enconos sociales? Todo desde el poder político, sin importar realmente el porvenir de nuestra Patria y, con Ella, todos los mexicanos.

Muchas veces hemos comentado en este espacio, como lo han hecho muchos otros amigos y amigas, el que, una realidad es la que nos quieren vender los administradores de la política de este gran País , diciéndonos que todo está bien o, cuando menos que vamos mejorando aceleradamente.

En definitiva, otra realidad es la que vivimos los mortales alejados de los avatares del ejercicio de la política. Una realidad que, por brutal nos golpea cada día, pero, así mismo salimos adelante, aún en contra de los obstáculos que hay que vencer y lo que nos espera.

Obviamente las promesas de campaña del Presidente de México, se complican cada día más, aún cuando de verdad, en lo personal, quisiera que las cosas fueran como El dice y lo aseguró desde su campaña que, así serían pero, de verdad es deseable que las cosas fueran mejor.

No solo las calificadoras de la economía global, nos han dejado mal parados internacionalmente, los pronósticos de crecimiento del PIB, aún cuando, el Presidente de la Republica Mexicana, dice que creceremos al 4% y, ojalá que así sea, los mejores pronósticos son de 1.30 a 2 % .

Parece que vivimos todos los días cual paz del pasado y los ataque continuos a los neoliberales, que no se traduce en acciones que reviertan el daño que se dice causó, no tiene ningún sentido; los descalificativos de los organizaciones civiles sin señalar quién y cómo se defraudó el dinero público se diluyem, igualmente con las estancias infantiles, así como, los refugios para mujeres que viven violencia, no pasan el tamiz de lo que se denuncia.

El País descansa mucho, en los científicos y académicos que dan ventaja al posicionamiento de México en la competitividad mundial, también se descalifican cada que surge el tema de recursos públicos y su apoyo. Ya no se puede seguir diciendo cada mañana que todo está mal por causa de lo que nos sucedió en el pasado.

Aún cuando el Pueblo sabio se ha dado cuenta que la corrupción del sexenio pasado, fue una verdadera realidad, nada se dice de ello por lo que, crece la sospecha de acuerdos, entre ex presidente y Presidente, para acceder al poder, ahora ya, sin importar los asaltos al erario público que hicieron los que este mismo Gobierno señaló como robo.

Lo asombroso, entre mucho, sucedió cuando Jorge Ramos, periodista de Univisión, en una de esas apariciones mañaneras con los periodistas, cuestionó el número de muertes de personas que sufre México. Inédito, el Presidente en plena discusión con el periodista, se regateaba el número de homicidios, cuando antes magnificaba las cantidades y, ahora dice que los muertos son menos.

A dónde queremos ir con estos dislates. ¿Cuánto vale la vida de una personas?, ¿cómo es que se convierte en una discusión estéril? Pero además, las personas se com inertes en solo una estadística que representa materialmente un número de las vidas que se pierde violentamente.

No era, ni es fácil gobernar, pero enfrentar nuestra realidad, la que vivimos los mortales, los de a pies, debe ir resolviéndose y, no precisamente barriendo las escaleras. Acciones firmes y con alternativas es lo que se necesita.

Querer refundar nuestro Estado Mexicano con la pretendida T 4 con enfrentamientos estériles, o, descalificativos del pasado pero, sin perseguir a los que delinquieron, no habla bien de lo que se quiere, así, no vamos a ningún lado. Nos perderemos en la nada y si, en el enfrentamiento, lastimándonos más de lo que ya estamos.

@jaimechalita

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