/ domingo 21 de junio de 2020

100 días de Covid

Más o menos, pero estadísticamente son 100 días los que hemos convivido con el Covid-19 y la pregunta que se hacen los ciudadanos, todavía, es ¿nos están diciendo la verdad?. La verdad es que es difícil asegurar un sí o un no, de acuerdo a lo que hemos logrado conocer hasta el momento.

Un día nos dicen que la pandemia está controlada y nos tienen en aislamiento, otro día nos dicen que “estamos en los peor” y nos sacan a la calle. Nos advierten que somos “semáforo rojo” y a las pocas horas ya somos “semáforo naranja”. Que no deben abrir los bares todavía y muchos está funcionando como si nada.

Otro día una persona que tuvo contacto con un infectado, acude a los Servicios de Salud para una prueba de Covid-19 que le sale positiva. Pero como no tiene síntomas, a los cuatro días va a un laboratorio particular y paga 1,300 pesos por otra prueba ahora de sangre que le resulta negativa. ¿entonces? ¿tiene o no tiene?.

En Salud le dicen que la prueba que vale es la de ellos y en el particular le dicen que en Salud inflan las cifras y a todos les dicen que tienen Covid cuando no es así. La persona quiere aislarse pero en su trabajo le dicen que no tiene nada, que se reincorpore a sus labores. Así, cientos de casos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador pide a los mexicanos “recobrar su libertad” y salir a hacer su vida normal, pero su subsecretario y niño maravilla Hugo López Gattel dice que no, que hay que seguir aislados porque “lo peor está porvenir está semana” y eso lo declara cada semana.

¿Qué hacemos los ciudadanos entonces?. Cuidarnos solos, es lo más efectivo y dejar de jugarle al adivino, al especialista y al pitoniso. Si ponemos nuestra salud y nuestras vidas en manos de quienes conducen las políticas públicas en materia de salud, seguramente no nos irá muy bien.

Con un presidente que cree que la pandemia “nos vino como anillo al dedo” y un subsecretario de Salud que considera innecesarias las pruebas rápidas a la población, lo más seguro es que la pandemia rebase a la autoridad y se tomen decisiones como las que ya se han adelantado: que cada quien se rasque con sus propias uñas.

En el ámbito local, la situación ha sido diferente a tal grado que la sobre exposición de la secretaria de Salud Mónica Liliana Rangel desató una serie de ataques antes de lo que estaban programados. Se esperaba que ese revire se diera en época electoral, cuando asomara la cabeza en busca de una candidatura pero no aguantaron tanto.

Sus detractores que le ven alcances de candidata a gobernadora se le fueron a la yugular, quemando sus cartuchos antes de tiempo porque no han logrado consolidar ninguna acusación, todas son especulaciones, críticas morales y suposiciones que a cualquier juez le haría encoger los hombros. El objetivo es el escándalo, el escarnio y el linchamiento público, acabar con su reputación, como han hecho con otros personajes de la vida política.

Sin embargo, el gobernador Juan Manuel Carreras ha coordinado los esfuerzos encaminados a mantener a raya la pandemia. No se ha dejado confundir por las posturas federales ni por las presiones locales encabezadas por algunos alcaldes con algún tipo de desequilibrio mental.

En este trabajo se han involucrado todas las secretarías del gobierno del estado, porque no solamente se trata de las medidas de control sino de identificar a los sectores productivos que requieren del apoyo gubernamental, como pueden ser los micro empresarios, el sector turístico, agropecuario, entre otros.

A cien días de la contingencia, es fundamental la responsabilidad social ya que para contener los contagios se requiere del compromiso absoluto de la sociedad, ya que mañana lunes se aperturan diversas actividades y se requiere acatar las medidas sanitarias que difunden constantemente las autoridades. Usted es responsable de sus actos.

Twitter @lozano_ray

Más o menos, pero estadísticamente son 100 días los que hemos convivido con el Covid-19 y la pregunta que se hacen los ciudadanos, todavía, es ¿nos están diciendo la verdad?. La verdad es que es difícil asegurar un sí o un no, de acuerdo a lo que hemos logrado conocer hasta el momento.

Un día nos dicen que la pandemia está controlada y nos tienen en aislamiento, otro día nos dicen que “estamos en los peor” y nos sacan a la calle. Nos advierten que somos “semáforo rojo” y a las pocas horas ya somos “semáforo naranja”. Que no deben abrir los bares todavía y muchos está funcionando como si nada.

Otro día una persona que tuvo contacto con un infectado, acude a los Servicios de Salud para una prueba de Covid-19 que le sale positiva. Pero como no tiene síntomas, a los cuatro días va a un laboratorio particular y paga 1,300 pesos por otra prueba ahora de sangre que le resulta negativa. ¿entonces? ¿tiene o no tiene?.

En Salud le dicen que la prueba que vale es la de ellos y en el particular le dicen que en Salud inflan las cifras y a todos les dicen que tienen Covid cuando no es así. La persona quiere aislarse pero en su trabajo le dicen que no tiene nada, que se reincorpore a sus labores. Así, cientos de casos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador pide a los mexicanos “recobrar su libertad” y salir a hacer su vida normal, pero su subsecretario y niño maravilla Hugo López Gattel dice que no, que hay que seguir aislados porque “lo peor está porvenir está semana” y eso lo declara cada semana.

¿Qué hacemos los ciudadanos entonces?. Cuidarnos solos, es lo más efectivo y dejar de jugarle al adivino, al especialista y al pitoniso. Si ponemos nuestra salud y nuestras vidas en manos de quienes conducen las políticas públicas en materia de salud, seguramente no nos irá muy bien.

Con un presidente que cree que la pandemia “nos vino como anillo al dedo” y un subsecretario de Salud que considera innecesarias las pruebas rápidas a la población, lo más seguro es que la pandemia rebase a la autoridad y se tomen decisiones como las que ya se han adelantado: que cada quien se rasque con sus propias uñas.

En el ámbito local, la situación ha sido diferente a tal grado que la sobre exposición de la secretaria de Salud Mónica Liliana Rangel desató una serie de ataques antes de lo que estaban programados. Se esperaba que ese revire se diera en época electoral, cuando asomara la cabeza en busca de una candidatura pero no aguantaron tanto.

Sus detractores que le ven alcances de candidata a gobernadora se le fueron a la yugular, quemando sus cartuchos antes de tiempo porque no han logrado consolidar ninguna acusación, todas son especulaciones, críticas morales y suposiciones que a cualquier juez le haría encoger los hombros. El objetivo es el escándalo, el escarnio y el linchamiento público, acabar con su reputación, como han hecho con otros personajes de la vida política.

Sin embargo, el gobernador Juan Manuel Carreras ha coordinado los esfuerzos encaminados a mantener a raya la pandemia. No se ha dejado confundir por las posturas federales ni por las presiones locales encabezadas por algunos alcaldes con algún tipo de desequilibrio mental.

En este trabajo se han involucrado todas las secretarías del gobierno del estado, porque no solamente se trata de las medidas de control sino de identificar a los sectores productivos que requieren del apoyo gubernamental, como pueden ser los micro empresarios, el sector turístico, agropecuario, entre otros.

A cien días de la contingencia, es fundamental la responsabilidad social ya que para contener los contagios se requiere del compromiso absoluto de la sociedad, ya que mañana lunes se aperturan diversas actividades y se requiere acatar las medidas sanitarias que difunden constantemente las autoridades. Usted es responsable de sus actos.

Twitter @lozano_ray